Les Mills: una revolución desde el otro lado del mundo
Con más de 15.000 clubes afiliados en más de 80 países, el éxito del método neozelandés es deslumbrante. Su historia comenzó con el atleta olímpico Leslie Mills, que abrió su primer club deportivo con su esposa Colleen en 1968. Fue Philip Mills, hijo de Les y Colleen, quien impulsó su carrera internacional a partir de la década de 1980.
Con el Body Pump, Les Mills despega. Este método de fortalecimiento muscular introdujo uno de los conceptos estrella de la empresa, a saber, los ejercicios musicalizados con un marco precoreografiado. En pocos años, la reputación de Pump se extendió más allá de Nueva Zelanda e impulsó a Les Mills a la escena internacional del fitness. Nuevas series de ejercicios transformaron la prueba: el Body Attack (un método de cardio inspirado en diversas artes marciales y el aeróbic), Body Balance y Body Step entraron en la galaxia Les Mills y desempeñaron un papel fundamental en su reputación. Con el paso de los años, se sucedieron nuevas clases y eventos para mayor gloria de la empresa, revelando la particular filosofía que Les Mills quería transmitir a través de su método.
Participar en las clases de los clubes Les Mills es, de hecho, saborear un ambiente bastante singular lleno de efervescencia: coreografías dirigidas a ritmos vertiginosos por instructores ultraentusiastas, esfuerzos compartidos con un grupo dopado de endorfinas… Se suda, se babea, se desahoga, con la certeza de librar una batalla eficaz contra los kilos de más y los abdominales reblandecidos. El estilo de vida Les Mills es esfuerzo por placer (también conocido como “exer-tainment”), negarse al sedentarismo y querer prepararse para un futuro mejor… Para esculpir su cuerpo y alcanzar su ideal físico.
Les Mills: marketing eficaz de fitness en grupo
Un número cada vez mayor de métodos de cardio, musculación y estiramientos, construidos en torno a un método probado, nuevos instructores formados a diario, una franquicia de ropa de fitness, vídeos de ejercicios para practicar en casa… El marketing de Les Mills está en pleno apogeo, alimentado por los medios de comunicación, pero también por el boca a boca. Los primeros vendedores de la empresa son sus admiradores, que a veces recorren miles de kilómetros para asistir a los espectaculares eventos organizados por la marca.
Cada día, nuevos clubes se convierten, si no a la filosofía, al menos a los beneficios potenciales que inevitablemente van ligados a Les Mills. Para ganárselos, la empresa dispone de una amplia gama de recursos: seminarios de venta, campañas publicitarias, sesiones de formación inicial y continua; en resumen, todo lo necesario para fidelizar a los responsables de los gimnasios. Y hay que decir que muchos clubes deportivos se dejan tentar, y se benefician de la reputación de la marca mundial…
Un método que también genera sus detractores…
Les Mills también puede ser una fuente de irritación en el mundo del fitness. A algunos no les gusta el tamaño de la “máquina” Les Mills. Es una auténtica apisonadora, cuyo éxito se ha ido construyendo paso a paso a lo largo de más de 30 años, dejando poco espacio a los conceptos de la competencia.
Pero el otro argumento que esgrimen a menudo los defensores de otro tipo de fitness (ya sea el paleo-fitness o los métodos de musculación tipo “grit”) es el peligro que pueden correr a veces los miembros de Les Mills. Al intentar estandarizar los ejercicios, las coreografías y los ritmos, ¿no se corre el riesgo de que el método se aleje de la noción individual que es esencial en todo entrenamiento? Según los “anti-Les Mills”, muchos de los ejercicios no están recomendados para todos los deportistas aficionados, aunque el discurso de sus representantes abogue sobre todo por la democratización, incluso la globalización, del esfuerzo físico.
Por ejemplo, empezar una clase de Body Combat sin ninguna preparación puede ser agotador tanto para el cuerpo como para la motivación. Los cursos de formación de Les Mills se imparten a un ritmo acelerado para que resulten rentables: mientras que los entrenadores deportivos se benefician naturalmente de una sólida formación inicial, puede resultar difícil integrar todo un método de entrenamiento tan rápidamente. Además de las sesiones de formación que se ofrecen a los nuevos instructores, Les Mills crea nuevas coreografías cada trimestre, lo que puede parecer que deja poco margen a la espontaneidad por parte de los instructores y no les permite adaptar el contenido de sus sesiones a su público abonado. Los críticos dirán que Les Mills parece favorecer a los instructores de fitness que pueden reproducir fielmente una serie de ejercicios… aunque eso signifique que algunos alumnos puedan sentirse un poco abrumados.
Entonces, ¿es el método Les Mills sólo una hazaña de marketing? A pesar de las críticas que ha recibido, muchos entusiastas del fitness reconocen su formidable eficacia… Para los que han conseguido mantener intacta su motivación, los resultados están a la vista, y los aficionados a Les Mills aprecian especialmente el ambiente enérgico de estas clases ambientadas con los últimos éxitos musicales.
